Y ya en el último artículo sobre la ética e internet, voy a abrir mi opinión al uso de internet en las aulas. Venimos de un camino docente que ha transcurrido desde hace muchos siglos en un mismo tipo de aula, un aula de cuatro paredes con pupitres, sillas, a veces calefacción y una figura del maestro cuya obligación era hacer entender, ver, escuchar, aprender. Con más o menos éxito, disciplina y autoridad. Pero que mayor violencia hay que la que se ejerce contra el espíritu de libertad !!:
Pero eso se acabó. Se acabó en el momento en el que se abre una ventana a la clase y ordenadores, internet, proyectores, pizarras digitales interactivas y otros dispositivos entran en el aula y esa figura de conocimiento no es que pierda su poder, pero es perfectamente cuestionable. Con tal cantidad de tecnologías en el aula profesores y maestros tienen que cambiar su forma de actuar y convertirse en gestores del conocimiento que vayan de la mano del discente en su aprendizaje, que controlen la información que les llegue, que filtre, que les enseñe a investigar. Estoy seguro de que el profesor rural de Amanece que no es poco cuyas ideas libertarias ya le hicieron llevarse un tortazo y que utiliza estas nuevas "didácticas" para enseñar biología habría hecho maravillas con un proyector en el aula.
¿Y qué tiene que ver esto con la ética? Porque no es nada ético hacer como si nada y volver la cabeza de lado. Como el maestro rural, hay que adaptarse para que los niños aprendan más y mejor. Y todo eso pasa por que el Club de la Tiza deje de poner pegas a las TIC dentro del aula y aprenda de una vez su uso, sus posibilidades. Las TIC no son la panacea para curar los males de la educación ya que un mal profesor seguirá siendo malo con TIC y uno bueno será bueno sin ellas. Pero el que es bueno y encima sabe aprovechar sus ventajas, es aún MEJOR. Lo ético, por ellos y ellas, los que están enfrente aprendiendo, es conocer su mundo, el mundo digital donde han nacido y en el que van a seguir. Y si nos toca parar y aprender antes de seguir, lo tendremos que hacer. El camino, sobre todo si tenemos nuestra plaza fija, puede ser fácil. Puede serlo, pero es nuestro deber complicárnoslo y perdernos en el laberinto tecnológico del aula del siglo XXI. Que se oiga la sangre en vuestro corazón que como deje de latir.... ¡¡ preparate, que te vas a morir !!
Pero eso se acabó. Se acabó en el momento en el que se abre una ventana a la clase y ordenadores, internet, proyectores, pizarras digitales interactivas y otros dispositivos entran en el aula y esa figura de conocimiento no es que pierda su poder, pero es perfectamente cuestionable. Con tal cantidad de tecnologías en el aula profesores y maestros tienen que cambiar su forma de actuar y convertirse en gestores del conocimiento que vayan de la mano del discente en su aprendizaje, que controlen la información que les llegue, que filtre, que les enseñe a investigar. Estoy seguro de que el profesor rural de Amanece que no es poco cuyas ideas libertarias ya le hicieron llevarse un tortazo y que utiliza estas nuevas "didácticas" para enseñar biología habría hecho maravillas con un proyector en el aula.
¿Y qué tiene que ver esto con la ética? Porque no es nada ético hacer como si nada y volver la cabeza de lado. Como el maestro rural, hay que adaptarse para que los niños aprendan más y mejor. Y todo eso pasa por que el Club de la Tiza deje de poner pegas a las TIC dentro del aula y aprenda de una vez su uso, sus posibilidades. Las TIC no son la panacea para curar los males de la educación ya que un mal profesor seguirá siendo malo con TIC y uno bueno será bueno sin ellas. Pero el que es bueno y encima sabe aprovechar sus ventajas, es aún MEJOR. Lo ético, por ellos y ellas, los que están enfrente aprendiendo, es conocer su mundo, el mundo digital donde han nacido y en el que van a seguir. Y si nos toca parar y aprender antes de seguir, lo tendremos que hacer. El camino, sobre todo si tenemos nuestra plaza fija, puede ser fácil. Puede serlo, pero es nuestro deber complicárnoslo y perdernos en el laberinto tecnológico del aula del siglo XXI. Que se oiga la sangre en vuestro corazón que como deje de latir.... ¡¡ preparate, que te vas a morir !!